miércoles, 25 de enero de 2012

Traiciones virtuales, consecuencias reales

La tecnología facilita la vida, pero también ha traído complicaciones y literalmente dolores de cabeza para algunas personas. Si por un lado aproxima a quien esta solitario, por otro puede ser motivo de separación.

El que es casado y utiliza el anonimato de las redes sociales para coquetear o involucrarse con alguien pensando que no corre riesgos, está equivocado.

El intercambio de mensajes virtuales que revelan el relacionamiento amoroso evidencia la quiebra del deber de fidelidad y justifica un pedido de separación judicial.

“La fidelidad lleva a la lealtad de uno de los dos conyugues para con el otro y el incuplimiento de este deber ocurre de dos formas: por medio de la unión carnal de uno de los dos conyugues con un tercero (adulterio), o de actos que no revelan, a primera vista, la existencia de contacto físico, pero que demuestran la intención de un comportamiento amoroso fuera de la sociedad conyugal (casi adulterio). El simple incumplimiento del deber de fidelidad, ya sea por adulterio o por un casi adulterio, es suficiente para basar un pedido de separación litigiosa”, dice la abogada Juliana Marcondes Vianna.

Como comprobarla

La infidelidad virtual puede ser comprobada, según Juliana, por las copias de emails y mensajes en sitios de relacionamientos que estén guardados o disponibles en un computador que sea de uso común de la familia y que no exija de contraseña para su uso y acceso a las informaciones. Si el computador es de uso personal de uno de los dos cónyuges y si para acceder a los mensajes se hace necesaria la inserción de la contraseña, es necesario que el otro cónyuge autorice el acceso, sino puede constituir una ofensa a la garantía constitucional de la intimidad y la vida privada. Siguiendo estas regulaciones, la presentación de este material en un juicio es legal y valida”, completa la especialista.

Intercambiar mensajes virtuales cariñosos con alguien aparentemente no causa ningún daño, pero las consecuencias son reales.

El Dolor

Ana Flavia, de 27 años, que prefiere no revelar su apellido, conoce bien el dolor que puede dejar una traición virtual. "Las consecuencias son para siempre", dice. Físicamente bonita, nunca imaginó que su esposo buscaría a alguien en Internet.
"Poco a poco, él dejó de salir de casa, se quedaba durante mucho tiempo en Internet, pero nunca imaginé que me estaba traicionando", dice. Por trabajar mucho, poco a poco empezó a darse cuenta que algo andaba mal.

"Cuando él dejó de salir conmigo para permanecer más tiempo en la computadora comencé a prestar más atención". Desconfiada, busco en el ordenador de la casa para encontrar pruebas y encontró correos dirigidos a una mujer.

"Fue un shock, un dolor terrible. Leer los elogios que él le hacía a la amante virtual me causó un gran dolor". Ella copio e imprimió todos los mensajes de correo electrónico y armada de coraje fue a hablar con el esposo, que quiso negarlo diciendo que la muchacha era una amiga. Al mostrarle las pruebas, él lo confirmó, le pidió perdón y trataron de continuar con el matrimonio.

"Estuvimos cinco meses más juntos, pero no funciono. Me sentía insegura. Si él agradecía a la muchacha de la panadería, por ejemplo, yo estaba alerta, porque pensaba que si él me traiciono con una persona en Internet, imaginaba que lo podía hacer con quien viera personalmente".

Hace un año, Flavia puso punto fin al matrimonio y dice que se está recuperando, pero cree que el dolor de una traición virtual, es tan fuerte o hasta mayor que una real.

martes, 24 de enero de 2012

Johnny Depp y Vanessa Paradis se separan después de 14 años y 2 hijos en común

Los implicados no lo han confirmado, pero su separación es un secreto a voces. Después de los rumores que apuntaban que estaban al borde de la ruptura, la revista People ha publicado lo que ya es un hecho: su separación. Después de catorce años de convivencia y dos hijos en común, Johnny Depp, de 48 años, y Vanessa Paradis, de 39, han roto oficialmente y desde hace un mes viven separados.

En la pasada edición de los Globo de Oro pudimos ver a Johnny Depp, pero no hubo rastro de Vanessa Paradis. Desde hace un año, la pareja no se ha prodigado en ningún evento público y ni siquiera en los últimos meses se les ha visto juntos en su adorada casa de la campiña francesa. Según comenta la prensa estadounidense, en los últimos meses han estado viviendo en Los Ángeles, donde Vanessa ha sido fotografiada sola y con gesto serio y cabizbajo.

A raíz de romper, Johnny Depp se ha comprado una mansión en Norfolk para vivir su nueva vida de soltero. A pesar de no estar casados la separación no está siendo fácil ya que son padres de dos hijos, Lily-Rose, de 12, y Jack, de 9, y al parecer están en constantes conversaciones con abogados para solucionar el tema. Además, la pareja posee casas en Meudon, París, Los Ángeles, Le Plan-de-la-Tour, en el sur de Francia, y en una isla de las Bahamas.

lunes, 23 de enero de 2012

40 Años de armonía y paz


La palabra "matrimonio" es un sustantivo masculino que significa "unión legal entre un hombre y una mujer para formar una familia." La Biblia registra el primer matrimonio entre un hombre y una mujer (Adán y Eva) en el Génesis, el primer libro del Antiguo Testamento. Según las Escrituras Sagradas, ambos fueron colocados por Dios en el Jardín del Edén con el fin de procrear y poblar la tierra.

Con el paso de los siglos, sin embargo, la institución familiar se ha ido desvalorizando, perdiendo su esencia. Viviendo en una época en que el divorcio se convirtió fácil y rápido, muchas parejas hoy en día no están muy preocupadas con la búsqueda de tal estabilidad, ya que la primera señal de problemas o incompatibilidades, la tolerancia se agota rápidamente y la separación es tomada como la única solución.

La innovación, la comprensión, la sensibilidad, el optimismo, escapar de la rutina, el respeto, la complicidad y muchos otros detalles son necesarios en un matrimonio, pero sin fe y amor, una unión no se sustenta. Esto es lo que garantiza el obispo Edir Macedo, líder y fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), casado con Ester Bezerra hace 40 años. Feliz y realizado, el obispo resalta los aspectos negativos que implican una relación, sin embargo, señala que cuando la base de la unión matrimonial implica fe y amor, no existe divorcio o separación que lo alcance. Como cualquier pareja normal, el obispo Macedo y su esposa Ester pasaron por diversos problemas, sin embargo, explican, superaron uno a uno con inteligencia, enfoque, fe, amor y, sobre todo, sacrificio. A continuación ellos detallan algunos puntos importantes y describen situaciones difíciles que vivieron y la manera como los vencieron.

Se conocieron en la juventud y desde entonces, ambos profesaban la fe en Dios, un punto importante para que la relación funcione, garantiza. De acuerdo con Ester, lo que le llamó la atención en su futuro esposo fue la intrepidez. El obispo Macedo dice que la forma discreta (el poco hablar) y la familia estructurada hicieron que se convirtiera en un gran admirador de su futura esposa.

"Ella era una muchacha espiritual, fervorosa, fiel en la Iglesia. Vi que sus padres estaban felizmente casados ​​y observe que era una buena hija. Entones pensé, 'Si ella es buena hija, va a ser buena esposa. "Y como yo era un buen hijo, también sería buen esposo. En realidad, el día que nos conocimos fue como si esperábamos el uno al otro durante mucho tiempo", dice el obispo durante la entrevista.

Dos problemas

"Hay algunos que les gusta la guerra, pero a mí me gusta la paz. Siempre he partido de la siguiente premisa: soy un problema, ella es un problema. Entonces, se juntaron dos problemas, experimentamos nuestros problemas, aprendemos de nuestros problemas. Aprendimos grandes lecciones de ellos, gracias a Dios. Con el pasar del tiempo, uno se va acostumbrando con el otro, aprendiendo a sacrificar, para disfrutar del matrimonio. Y esto trae paz. Cuando estamos juntos, estamos en paz. Aunque tenemos gustos diferentes".

Llegada de los hijos

"En la época en que nuestra primera hija nació, comenzaron los problemas. A pesar de mis 27 años, yo era infantil, por eso todo era bastante complicado. Ella (Ester) pasó a dedicarse a las niñas y yo me aislé, luego tuvimos momentos difíciles, pero los superamos, vencimos. Use el raciocinio: quien es inteligente sabe que el matrimonio es la base del éxito una persona. Si tenemos un matrimonio solido, tenemos condiciones de construir cualquier cosa, es decir, si el esposo está bien con la esposa, él está bien con consigo, tiene paz dentro del hogar y fuerzas para seguir adelante y conquistar".

Imposiciones

"Una de las cosas que más odio en la vida es ser obligado a hacer algo. ¡Yo odio eso! Porque tengo este odio a la opresión, odio oprimir, odio imponer mi voluntad. Si quiero hacer algo por usted, lo tengo que hacer por espontaneidad, si es obligado, me quita la paz. Entonces, por ser así, también exijo que las personas hagan de acuerdo a su voluntad. No obligo a Ester a nada, tampoco me gusta que me obliguen a cualquier cosa".

Solidez

"Nosotros trabajamos con la cabeza, no con el corazón, esta es la realidad. Esto me parece ser el secreto del matrimonio. El secreto no es mirar y la belleza, juventud, madurez, porque después que se casa, se queda en aquel "arroz con frijoles”, toda aquella belleza, esplendor y glamour terminan".

domingo, 22 de enero de 2012

La compañia ideal para toda la vida


Casarse hace parte del sueño de la mayoría de las personas, en especial de las mujeres que se reflejan en la historia de vida afectiva de la madre, abuela o hasta de una querida amiga que tenga una convivencia amorosa solida. El deseo de vestirse de novia o el momento en que el hombre espera a la mujer amada para profetizar los votos de felicidad eterna es grande. Pero, ¿cómo identificar si la persona será buena compañera, aquel que ante las dificultades y alegrías del matrimonio seguirá junto a usted.

“El matrimonio es algo muy serio, por eso, la edad no está relacionada al momento adecuado para iniciar la vida matrimonial. Lo que realmente influye en la convivencia de los dos es la madurez, las condiciones financieras o cualquier otra circunstancia que lleve a un buen matrimonio. Por ejemplo, fíjese si a su compañero le gusta conversar, si vive de buen humor y como el trata a los demás”, alerta el obispo Renato Cardoso.

Para él, las personas no tienen que preocuparse en tener prisa para elegir la pareja ideal, aquel que realmente va ser la compañía para el resto de la vida. “Use su tiempo para programarse, dentro de usted, para hacer la elección correcta, no se quede buscando a alguien. Sus actitudes darán o no una estructura para crear una base en su vida sentimental. Controle siempre su ansiedad, sepa conversar y sea paciente”, dice el obispo Renato.

El resalta que nunca las personas deben creer en el amor a primera vista, pues este engaña, y aconseja que esta manera de pensar que las personas crearon, esté ligada directamente a la atracción física y esto puede acabar con el pasar de los años. Según el obispo, la apariencia le puede llevar a un compromiso a dos más serio, pero, con seguridad no será nada confiable y duradero.

“El noviazgo sirve para verificar si la persona amada - o que creemos amar- tiene las características que le van ayudar en los objetivos de la vida. Use este periodo de la relación para los descubrimientos. Conózcanse, pero, no se engañe: las señales que se manifiestan durante el relacionamiento se multiplican por diez veces después del matrimonio”, enseña él.

¿Quien ya se ha hecho esa pregunta?

“Hace cerca de dos años conocí un muchacho en la faculta. Comenzamos a conversar y en menos de quince días el ya quería ser mi novio. Yo me extrañe, y le dije que habíamos comenzado nuestra amistad hace poco tiempo y pensé que era una actitud muy precipitada, pero, de igual forma decidí darle una oportunidad, pues varias veces pensé que él podría ser la persona correcta para mí”. Recuerda la estudiante de enfermería Carolina Cândido.

Según la universitaria, después del primer mes comenzaron a aparecer las diferencias de pensamientos, las ideas no eran ni un poco parecidas, el amor y el cariño que ella tenía con la familia lo incomodaban, las prioridades que ella le daba a algunas cosas no tenían la más mínima importancia para él y, luego ocurrió lo que ella más temía: el no tenía deseo de casarse.

“Me asuste con tantas diferencias, pero, me detuve y analice con calma en donde él estaba equivocado y, en aquel momento percibí que el mayor error lo había cometido yo, por no haber dado tiempo para conocernos antes de comenzar el noviazgo y pensar que el podría ser un compañero”, finaliza.