sábado, 4 de febrero de 2012

La presencia de la fe en el matrimonio

Gestos de cariño para agradar a su pareja, una sonrisa sincera a la mitad del día, palabras capaces de dar fuerzas en un momento de angustia, la dedicación a la persona amada, paciencia en situaciones difíciles y compañerismo en todo momento. Estas señales no hacen parte de su relación en todo momento del día, las parejas felices también ya pasaron por momentos desagradables, pero lo que los diferencia de los demás es que ellos supieron, con inteligencia, superar los obstáculos de la vida. "Ellos saben exactamente cómo separar a la persona del problema, en casos de discusiones. Mientras que en los que terminaron divorciándose, el ataque comienza a ser más personal. Uno agrede al otro y no intenta resolver nada", dice el obispo Renato Cardoso.

Según el obispo, en las relaciones bien estructuradas, cada uno sabe exactamente dónde está su error y hace todo lo posible por mejorar y complacer al otro, a diferencia de los que se separan, quienes por lo general, cada uno tiende a hacerse la víctima delante de una situación en que se siente amenazado. Así que sea humilde para respetar el punto de vista del otro. "Cuando las peleas de pareja se vuelven cada vez peores y la relación se está dirigiendo hacia el divorcio, uno mira al otro con desprecio. En las relaciones felices ambos se miran con admiración".

Si uno no apoya al otro en la relación todo comienza a perderse, el respeto va disminuyendo, la prioridad no es más el matrimonio, y así sucesivamente. Por más que todo parece ser muy difícil, piense y resuelva con calma cada situación, no mezcle lo que ya sucedido con alguna discusión reciente. "El matrimonio feliz también depende del espíritu de fe, que es lo que da seguridad y firmeza a la relación. Cuando hay dudas en el matrimonio es imposible que funcione. Con fe los problemas son siempre solucionados", dice el obispo.

Consejos para tener una relación duradera

- Las personas que hablan pero cometen más errores, especialmente cuando hablan de la familia de su pareja;

- No diga a su pareja todos los problemas de trabajo;

- Las personas perfeccionistas nunca están satisfechas con nada, siempre va a encontrar algún defecto en algo. No sea tan estricto con las cosas;

- La ansiedad sólo estorba;

- Preste atención a las cualidades permanentes. La belleza un día se termina.

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2 comentarios:

  1. Muy buena la reflexión, el matrimonio es la base de la sociedad y hay que cuidarlo y sobre todas las cosas tener a nuestro Señor Jesucristo como el centro de nuestras vidas.
    Reciban muchas bendiciones, les visito de El Salvador, les comparto mi testimonio de sanidad para la gloria de Dios en mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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  2. Un buen matrimonio es el resultado de un excelente trabajo en equipo del trío: esposo, esposa y Señor Jesús. Aprendamos de los que han triunfado.

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