viernes, 10 de septiembre de 2010

Son las diferencias que hacen la diferencia

Quien dice que la Biblia no habla de amor es porque nunca se molestó en conocer la personalidad de Dios. El Señor de los ejércitos es un Dios de amor, y creó al hombre y a la mujer con riqueza de detalles y rasgos de personalidad muy similares a la suya.

En Génesis 1:27 está escrito: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". Tenga en cuenta que el Padre quiso dar al hombre su imagen y semejanza; quería que tanto el hombre como la mujer se parezcan a Él. Y lo más importante, que tuviese Su dignidad.

Así como la Santísima Trinidad es una, pero cada persona de la Trinidad tiene su respectivo papel en el mundo espiritual, así también es con el hombre y la mujer. Esta similitud simultánea y diferencia es que les permite una intimidad sin pérdida de identidad y una aproximación, con derecho a un espacio psicosocial y espiritual para crecer.

Dios les dio igualdad para ambos en imagen y semejanza, en el dominio sobre la tierra y en la satisfacción mutua y el disfrute.

Por otra parte, si la igualdad les permite relacionarse, participación y aceptación, las diferencias les permiten el crecimiento y la individuación.

Cuando una persona le da a Dios la libertad de escoger a alguien para su vida, será sin duda un (a) afortunado (a), porque sólo Dios conoce el interior de cada ser humano: sus pensamientos, personalidad y carácter. Las diferencias son las que hacen la diferencia.

1 comentario:

  1. es muy cierto yo di a Dios esa libertad y hoy estoy felizmente casada con el hombre de mis sueños y ambos siempre comentamos como DIOS nos dio hasta esos pequeños detalles QUE pensabamos no eran posibles encontrarlos en una sola persona.Gracias a DIOS por esta bendicion. Paula

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