lunes, 28 de junio de 2010

¿Quieres ser feliz en el amor?

En algún momento de la vida, el cristiano se siente un poco fuera de órbita. Esto es porque, mientras vive en una realidad dentro de la iglesia, que comprende un estándar de vida saludable, paralelamente vive en un mundo donde las normas, conceptos, valores y recursos, son completamente diferentes.

Ni siquiera la ciencia que lucha incansablemente para probar los hechos, concentra la verdad absoluta. Las Sagradas Escrituras, sin embargo, superan las preguntas y prueba cada vez más su veracidad por siglos. El libro de Apocalipsis, por ejemplo, es un verdadero "paseo en el futuro". Todo lo que está pasando... TODO.

¿Sabes lo que todo esto tiene que ver con la vida sentimental, la santidad o la sexualidad? "TODO". No hay ninguna nota o un versículo de la Biblia que diga: "lea las Escrituras, pero solo haga lo que le gusta y le conviene." Aunque Dios nunca dijo esto, es exactamente lo que las personas han hecho.

El hombre vive de opciones. Muchas personas no entienden la magnitud de las bendiciones y maldiciones que pueden beneficiarse a través de la preferencia de cada uno. Dios deja en claro que las bendiciones de placer sexual son para el matrimonio. La abstinencia de relaciones sexuales, sin embargo, se ha convertido en una pesadilla para algunos cristianos.

Ahora bien, Dios conoce profundamente el cuerpo humano, fue Él quien lo creó. Un Padre nunca crearía una fuente de placer en sus hijos, para simplemente prohibirles disfrutarlo. Cuando Él limito el placer sexual para los casados, pensó en la felicidad de los seres humanos. A los solteros les queda la responsabilidad de elegir los alimentos que los sustenten, hasta el matrimonio.

¿De qué se ha alimentado?

Tenga en cuenta que Dios siempre enseña y advierte a sus hijos sobre los peligros y las trampas del mal. De acuerdo con la Palabra de Dios, todo empieza con los ojos. Son los ojos que llevar alimento para el espíritu. Lo que usted mire es lo que va a alimentarlo. En el libro de Génesis 3:6, la Biblia relata lo siguiente: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era (agradable a los ojos), y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”. Aquí está la respuesta, el pecado debe ser combatido en el mirar antes de que llegue al corazón.

Vamos para más ejemplos: “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy Hermosa”. (2 Samuel 11:2) Aquí David insistió en mirar a aquella mujer y despertó el interés de poseerla.

Hoy no es diferente, sus ojos siguen siendo la puerta a un bombardeo sexual que lleva a hombres y mujeres a la promiscuidad. La seducción llega a través de películas, novelas, canciones, danzas o ropa. La comercialización del sexo es real y violenta y la desnudez es cada vez más priorizada. Por un lado los hombres y mujeres de Dios se enfrentan a un enemigo fuerte por otro, es más fácil de lo que se piensa destruirlo con una sola acción: desviando sus ojos.


“Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1)


“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28) Por supuesto, esto también vale para las mujeres.


“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:16)

El cristiano no está obligado a aceptar la basura que Satanás le ofrece al mundo, por el contrario, Dios lo llamó para hacer la diferencia. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23).

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