sábado, 12 de noviembre de 2011

El dolor del rechazo


Primero viene una sensación de vacío en el pecho. Después, una tristeza tan grande que sofoca. El cuerpo se debilita, el apetito y el sueño desaparecen, es difícil dejar de llorar. El corazón duele como si realmente se hubiera partido en mil pedazos. La persona se siente muy sola que parece que el mundo se va acabar. Todas las personas conocen los efectos de ser rechazado, pero recientemente los científicos han demostrado en una serie de investigaciones, que el rechazo duele tanto o más que una lesión física.

Entre las investigaciones que confirman la tesis está la de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), donde fue localizada, por resonancia magnética , la actividad cerebral en la misma región que antes era conocida sólo por activar el dolor físico. "Nos interesamos en examinar de cerca la experiencia del rechazo social intensa y de qué manera coincide con el dolor físico. Hicimos dos pruebas: en el primero, inducidos a las personas a sentir dolor social, mirando la foto de la pareja que les dejó. En la otra, inducimos a sentir dolor físico, calentando el brazo de ellas. En ambas pruebas, las mismas regiones del cerebro se activaron", dijo el psicólogo Ethan Kross, uno de los autores del estudio, a Folha Universal.

En otra encuesta, realizada en la Universidad de California (UCLA), la psicóloga Naomi Eisenbergger, la misma que demostró el efecto analgésico del amor, probo el rechazo social colocando a voluntarios para jugar en computadoras contra adversarios desconocidos. Durante el juego, a la mitad de los "conejillos de indias" se les informó que había problemas técnicos, por lo que el juego sería suspendido. La otra mitad recibió un mensaje del adversario diciendo que ellos que eran "demasiado débiles, por lo que el juego no iba a continuar." El cerebro de los rechazados debido a problemas técnicos se mantuvo en actividad normal. Los que fueron rechazados tuvieron intensa actividad cerebral en los centros de dolor físico. "Las personas aceptan que el dolor físico sea real, pero están tentadas en creer que el dolor social está sólo en sus cabezas. En este estudio, encontramos que no, que el dolor social también es real", dice la investigadora.

Entre los dolores reportados por rechazados están los de cabeza, dolores en el pecho, dificultad para respirar, debilidad, depresión e incluso la aparición de enfermedades como el síndrome de ansiedad y de pánico. "Si la persona tiene una predisposición a estos síndromes, la dificultad de lidiar con el rechazo puede desencadenar crisis. Sin embargo, todos los sentimientos negativos son superables si no hay factores agravantes, como la predisposición a traumas anteriores de rechazo", explica la psicoanalista Andrea Pavlovitsch.

El dolor emocional duele tanto como el físico e incluso dura más tiempo. Fue lo que descubrieron los investigadores de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos). Fueron llamados voluntarios para que recordaran dolores físicos y emocionales que habían pasado y después fueron sometidos a una prueba de habilidad mental. El grupo que revivió dolores emocionales salió mucho peor en la prueba. Pero el autor del estudio, Zhansheng Chen, psicólogo y científico de la Universidad de Hong Kong, considera eso positivo. "Es un mecanismo natural del cerebro que nos permite entender la realidad y cambiar nuestro comportamiento para mejor, facilitando nuestras relaciones futuras", opina.

"Yo tenía 26 años de edad y Marcos fue mi primer novio. Él comenzó a alejarse y percibí el final, empecé a tener dolores en el pecho y debilidad, porque no me alimentaba bien. Mi resistencia cayó y fui internada. Pensaron que era hepatitis, porque tenía fiebre, falta de apetito, fatiga, diarrea y vómitos. Hicieron exámenes y nada. Cuando mejore, incluso psicológicamente, percibí que eran síntomas de rechazo. Mi organismo colapso", dice: HMM, productora de video de 29 años. Y añade: "Después de él, pase por otra ruptura. Fue un poco difícil, pero no estaba enferma", dijo, haciendo suyas las palabras de Zhansheng Chen.

Marinara de Almeida, de 17 años, también ha sentido los dolores del rechazo. "Sufrí mucho en mi primera relación seria. Cuando termine pasé tres días llorando. No comía. Sentía un gran vacío. Pensé que el mundo se acabaría. Me dolía mucho el pecho. "Cuando ese dolor perturba la vida cotidiana, es hora de buscar un especialista. "Los rechazos son en su mayoría, resultados de los rechazos pasados y auto rechazos, se superan y pasan . Es importante acudir a un psicólogo o psiquiatra para aclarar el origen de ese sentimiento y trabajar la autoestima ", dice Andrea Pavlovitsch.

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